“Saber leer es la capacidad
de transformar un mensaje escrito en un mensaje sonoro, siguiendo determinadas
normas; es además comprender el sentido de un mensaje escrito” (Miaralet, 1972).
La madurez lectora podría
describirse como el estado de desarrollo del sujeto cuando ha alcanzado la
capacidad para comenzar el aprendizaje sistemático de la lectura.
Los principales factores
integrantes de la aptitud lectora son la organización espacio-temporal y el
lenguaje. Los factores ambientales favorecen su desarrollo. Así mismo, la
capacidad para la lectura está relacionada con la inteligencia, pero aunque la
correlación es positiva, esta es baja.
El sentido de la
determinación de la madurez para afrontar el aprendizaje de la lectoescritura,
está en la necesidad de prevenir o evitar la cristalización de los problemas de
aprendizaje que puedan aparecer en este ámbito, jugando según los casos, con la
edad en que se comienza a leer, con el ritmo de aprendizaje o su cadencia. Por
tanto se convierte en una herramienta útil por permitir identificar el momento
adecuado, y la duración probable de este aprendizaje.
Posibilitando a su vez identificar los factores donde el alumno no tiene conseguido el nivel de madurez necesario y suficiente, para encarar el aprendizaje, pudiendo estimular estos factores, para favorecer su maduración.
Posibilitando a su vez identificar los factores donde el alumno no tiene conseguido el nivel de madurez necesario y suficiente, para encarar el aprendizaje, pudiendo estimular estos factores, para favorecer su maduración.
Pese a que consideramos muy frecuentemente que el factor
edad juega un importante papel en el éxito escolar, y en el aprendizaje de la
lecto-escritura, apreciando mayor dificultad en los alumnos que han nacido al
final del año natural, las diferencias debidas a la edad, aunque quizá existan,
se encuentran ahogadas en las diferencias individuales de aptitudes, como
reflejan estudios empíricos sobre el grado de madurez alcanzado para el
comienzo del aprendizaje de la lecto-escritura. El nivel adecuado de madurez de
los diferentes factores que influyen en el aprendizaje de la lecto-escritura,
se sitúa entre los 5 y 7 años.
Por lo tanto, el momento ideal
aproximado, para determinar si han alcanzado la madurez necesaria para el
inicio del aprendizaje, se situaría alrededor de los 5 años. El trabajo sobre
los factores iniciales, la organización temporal, espacial y verbal constituyen
agrupamientos cuya formación es posible seguir desde el estadio sensoriomotor,
donde espacio y tiempo, son únicamente esquemas de acción, constituyéndose en
estructuras del pensamiento con la aparición del lenguaje al finalizar este
período, hasta el plano representativo o abstracto en el cual se da la madurez
lectora.
Desde el punto de vista del desarrollo del factor
inicial que nos falta por determinar; el lenguaje, “... desde los 4 años en el
primer nivel del plano intelectual o representativo, es cuando, gracias a la aparición de la función simbólica, se
hace posible la adquisición sistemática del lenguaje.” (Piaget, 1968).
Con esta visión dinámica del
proceso de madurez, podemos atribuir a cualquier nivel de desarrollo unas notas
positivas de acción, cuando un alumno no ha alcanzado la madurez lectora, su
aptitud para la lectura no está ausente, sino que se encuentra en un nivel de
evolución anterior, y podemos determinar cuál es la distancia existente entre
el nivel en que se encuentra y el nivel de madurez necesario para afrontar el
aprendizaje.
El nivel de madurez como
nivel de desarrollo dinámico, depende de características flexibles del niño, de
los métodos de enseñanza y de las influencias educativas del medio social.
El objetivo es convertir esa
madurez en capacidad, esa potencialidad se transforma en el momento del
aprendizaje en aptitud lectora, mediando en su actualización una enseñanza
sistemática.
Un factor decisivo es la
edad a la que se comienza el
aprendizaje. En general puede afirmarse que cuanto antes comienza, más efectivo
es. Esto explica la importancia de la enseñanza infantil, tal y como expone
Piaget, si se conoce con detalle el proceso de evolución de los factores que
integran la madurez lectora, puede favorecerse esta en gran medida.
Así mismo, a edad real
igual, cuanto mayor sea la madurez en los factores que influyen en este
aprendizaje, más corto será el tiempo de aprendizaje de la lectura, mientras
que cuanto mayor sea la edad del niño al alcanzar el nivel de madurez, más
largo es el tiempo de aprendizaje.
Se entiende que el
desarrollo de los factores que influyen en la madurez, deberá ser presentada en
forma de una serie de experiencias adecuadas para que el alumno pueda desarrollar
sus aptitudes mediante la acción y la manipulación (aprendizaje exploratorio o
enactivo, J. Bruner).
Entre los factores
determinantes de la madurez necesaria para el aprendizaje de la
lecto-escritura, según diferentes autores son:
Según GARCÍA-HOZ:
·
Coordinación Visomotora.
·
Memoria visual y auditiva.
·
Rapidez motora.
·
Comprensión verbal.
·
Lenguaje Oral. Comprensión-pronunciación
(articulación).
·
Atención.
Según Batería ABC de FILHO:
·
Nivel cognitivo.
·
Organización espacial.
·
Organización temporal.
·
Lenguaje (nivel lingüístico).
·
Esquema corporal.
·
Coordinación visomotora.
·
Capacidad de atención.
·
Memoria visual.
Según
la batería predictiva de Inizan:
1. Organización del espacio.
Ejemplos de actividades de evaluación
·
Copia de figuras geométricas.
·
Reconocimiento de diferencias perceptivas
entre dibujos de formas simétricas.
·
Construcción de dibujos geométricos con
cubos.
2. Lenguaje.
Ejemplos de actividades de evaluación
·
Recuerdo inmediato de una historia corta.
·
Recuerdo inmediato del nombre de objetos
familiares observados en forma de dibujos.
·
Articulación.
3. Organización temporal.
Ejemplos de actividades de evaluación
·
Repetición de un ritmo de percusión.
·
Copia de estructuras rítmicas, en forma de
sucesión de trazos.
4. Batería de lectura (si se ha comenzado
el aprendizaje).
Ejemplos de actividades de evaluación
·
Lectura de palabras familiares.
·
Dictado de palabras familiares.
·
Lectura de palabras extrañas.
·
Comprensión
de lectura silenciosa.
I.
Variables de estudio en las dificultades de
aprendizaje de la lectura:
·
Dominancia lateral.
·
Control del equilibrio.
·
Control binocular.
·
Control motor ocular.
·
Discriminación perceptiva.
·
Destrezas auditivas y visuales.
·
Procesos del aprendizaje de la lectura.
·
Diferencias en proceso cognitivos.
·
Factores constitucionales.
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